En una práctica de mi postgrado hace ya varios años, mi gran maestra (ya se bajó de este tren , pero ella sigue con sus enseñanzas entre nosotros) Beatriz Aristegui, nos puso el siguiente ejercicio:
"El creador del mundo"
Nos dijo: son Dioses. Crearán un planeta. Tomen una hoja y escriban en ella las reglas que regirán su mundo.
No lo había terminado de decir cuando ya estaba emocionada: ¡Aunque sea en mi imaginación podré crear un mundo regido por el Amor! me dije a mi misma y además con ese afán y entusiasmo que caracteriza a la juventud.
Así que en mi hojita puse las Anaiz´s world rules.
Todas las personas practicarán la ley fundamental del universo: El Amor
La solidaridad, la cooperación y la amistad son estrategias vitales
y finalicé con esta perla: "y quien intente ingresar al planeta con intenciones contrarias al Amor, se autodestruirá en 5 segundos"
Ahorita mismo estoy riendo a carcajadas. Cuando leí la "constitución o marco jurídico del planeta", a la profesora se le agrandaron los ojos. Vaya que planeta tan amoroso el tuyo.... me dijo
No entendí rapidamente lo que me decía, estaba clara en que el planeta por mi diseñado sería perfecto sin guerras apartado de gente malsana....
Recuerdo claramente las palabras de Beatriz: Anaiz no sería más coherente : ¿"y quien intente ingresar al planeta con intenciones contrarias al Amor, será transformado por él en 5 segundos?
Luego de eso fue a mi a quien se le agrandaron los ojos, y hasta me puse roja de la vergüenza. En sólo instantes había descubierto cuan controladora podía ser. En vez de eliminar, transformar en Amor, el Amor puede hacer esas cosas.... vaya idea que desestructuró mi mapa mental basado en la ética y otras cosas teóricas.
Así que cuando entro en dilemas existenciales motivados por las injusticias y graves acontecimientos que observo en esta pasantía, recuerdo las palabras de Aristegui y trato de meditar sobre ellas. Cambiar el mundo es más fácil si comienzo por el mío, por mis creencias, por mi, pues. Luego de la revisión interna correspondiente, las acciones para construir un mundo más positivo tienen más valor.... Eso claro no implica dejar de preocuparse por los demás sanamente....
De allí que comparto esta prosa que surgió en algún momento de efervescencia justiciera
"Si pudiera cambiar el mundo
comenzaría por mis palabras
para creer de verdad
que vivimos en el universo que somos capaces de imaginar"
Cierro los ojos, esperando encontrar
la tierra de gracia
alzar el vuelo y descubrir que
el Amor es el combustible
Quiero imaginar niños felices
quiero soñar con sus risas
con destellos de luz en sus ojos
Quiero aprender que existencia y consciencia
no son más que puntos equidistantes
que un filo hilo une los destinos
Que somos más que materia con una
razón importante para movernos
Quiero soñar con la justicia
saber que esta pasantía
tiene por qués soñados para la Paz
desenmarañar lo que está oculto
y encontrar armonía
Unir las piezas del rompecabezas
cierto y auténtico para dibujar
paisajes bonitos
No más llanto. Quisiera cambiar el mundo
y trato , trato con mis palabras
Quiero imaginar niños felices
cantos y matices
dulces cantos, sonidos al viento
de carcajadas infantiles
Siento que es posible
en ese universo que pesco en los sueños
Al que voy de vez en cuando
1 comentario:
Me parece genial este aporte Anaiz. Si cada uno de nosotros pudiera cambiar el mundo... ¿y no podemos?
Bertrand Russel, después de muchos años dedicados a la causa pacifista, afirmó en sus últimos días que había hecho "un esfuerzo insignificante en contra de poderosas fuerzas"
El cambio, definitivamente, debe empezar por nosotros mismos. He allí el gran reto, nada fácil de asumir.
Este cambio debe estar basado en valores fundamentales. En lo particular, creo que debemos incentivar la libertad responsable, para evitar la imposición de la solidaridad por marcos regulatorios.
El interés por el ser humano debe ser auténtico; aunque ello no descarte iniciativas como la Ley de Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior, tendentes a promover la educación integral.
Es cuestión de proponérselo, y ser firme. Con determinación, y buena dirección, se pueden hacer muchas cosas.
Publicar un comentario