domingo, 19 de junio de 2011

Integrar al Padre



Tenia 5 años cuando mi padre se fue de casa. Iba con su camisa de rayas manga corta: era impecable para vestir, siempre tuvo esa elegancia y formalidad que caracteriza a algunos militares.


No recuerdo discusiones en casa, y eso lo agradezco. Solo recuerdo su ida, sus maletas y hoy por hoy pude haberle recriminado formando parte del grueso de venezolan@s que ha pasado por esto. Lamentablemente las estadisticas de "abandono paterno" no son alentadoras en Latinoamérica. Mi padre se fue y pa colmo tampoco regresó o mantuvo contacto.


Hoy con humildad reconozco que me faltó integrarlo a mi vida. Y si uno no integra al padre.. vaya es más grave de lo que uno imagina. Hace mucho daño esa frase de algunas mujeres " soy madre y padre" porque en la vida de un ser las dos energias son necesarias, no importa si solo recordemos al padre porque nos dio la vida, honrarlo por eso podría ser tan sanador...


Pasé muchos años peleada inconscientemente con la energía del Padre, sin integrar su fuerza en mi, con los recuerdos en nebulosas, dando tumbos que luego querramos o no se reflejan en las relaciones con los otros.


Hasta que un buen día entendí que mi Padre solo aprendió del suyo y que hay comportamientos que van de generación en generación. Fue su proceso y aún temiéndole como él le temía a las relaciones, a la estabilidad, al matrimonio, tuvo el valor y me tuvo a mi por Amor. Escogí quedarme con esto. Honrarle por esta maravillosa decisión que me trajo aqui.


Estaba en Canadá en el 2009 en un viaje de intercambio cuando inexplicablemente sentí una tristeza grande. Lloré y le recordé y le decía al viento Papi, no tengo nada que perdonarte. Esa noche me informaban que mi padre había pasado de plano. Y supe que él se habia despedido, que las distancias no existen, que el Amor se queda en nosotros.


Integrar al Padre es un paso transformador. En lo personal a mi me está ayudando a comprender a los hombres de esta época, entiendo sus retos, comprendo sus miedos y los esfuerzos que hacen por entender a las mujeres de esta generación. En los últimos años hombres y mujeres hemos cambiado y estamos en el tránsito de encontrarnos los unos con los otros.


Pude escoger quedarme en la rabia, creerme el abandono, hundirme en la tristeza. Pero no. Escojo ser diferente. Ya mis padres, abuelos, bisabuelos y ancestros, pagaron un alto precio. Puedo escoger un destino distinto, atraer otras energias. Decidi honrar a mi Padre y recordarle con Amor porque él vive en mi.


Pero si tu que me lees eres Padre o vas a serlo, recuerda bien que tienes la milagrosa oportunidad de dejar tu huella, de modelar a un ser para hoy y el futuro de una sociedad que va a cambiar como dice un gran amigo mio, si cada quien asume su rol con verdadera entrega y compromiso. Los hijos de hoy son los constructores y grandes protagonistas de mañana, qué estamos cosechando? Somos responsables de su formación, una maravillosa manera de aprender y Amar. Nunca es tarde.

Fotografía Colección Dreamtime