sábado, 21 de junio de 2008

Cada día: un Nuevo Comienzo



Hay una frase que la experta en crecimiento personal Laura Acevedo en cierta ocasión me comentó y que para mí es la clave en las relaciones sanas: Ver a cada persona como si la estuvieses conociendo Hoy.


Se dice fácil, pero lo que contiene es profundo y significa un gran reto. Como mirar a la persona y no engancharse con lo que te hizo bueno o malo, con lo que esta persona fue hace unos años, la semana pasada o ayer?

Quizás eso tenga que ver con la expresión "Sed como niños y entraréis en el Reino de los Cielos". Para los más pequeños en un contexto sano y normal, cada día es un nuevo día, viven el presente sin más. Disfrutan cada color, aroma y evento como si fueran únicos y por tanto viven entusiasmados.

Y es que hasta decirle a otro lo que no nos gusta desde la energía del ahora sin prejuicios o resentimientos, es hasta más acertivo y quizás genere un impacto mayor.

Creo que vivir en el presente desde el disfrute, con Fe, atre lo bueno, genera una energía bonita que a su vez atrae a más gente en sintonía con la armonía.

Cada día es un nuevo comienzo. Los pájaros cantan felices, no se preocupan por lo que tendrán que hacer para alimentarse, cantan. El cielo se despeja y nuestra colores maravillosos, las plantas parecen saludar al viento. Cada día es un milagro y vale la pena ver la majestuosidad del Amor impresa en cada detalle. En la montaña, en las sonrisas de quienes con alegría reciben cada mañana.

Creo que centrarse en el Presente con mucha Fe y energía positiva, convencidos de que desde nuestras acciones responsables (las que contribuyen al bienestar, la inclusión y el respeto por las diferencias), podemos lograr metas en armonía ya es una forma de entrar en el Reino de Los Cielos aqui en la Tierra.

Las relaciones con los otros son complejas, porque cada cabeza es un mundo, pero ayuda mucho si dentro del respeto hacia nosotros y hacia los demás podemos ver a los otros desde lo que son Hoy.

Son muchos los prejuicios que a veces hacen sus jugadas. Muchos los recuerdos, mucho lo que ya se fue y no está que impide que nos percatemos en donde estamos ahora .

Porque Cada día es un comienzo, cada día hay una lección aprendida y cada día tenemos la oportunidad de ser mejores personas, y entendiendo mejores personas por el fruto de nuestros actos.

Esto no implica quedarse en relaciones laborales o de pareja, donde las tensiones son muchas o el irrespeto ha mermado la capacidad de aguante. No se trata de eso. Se trata de seguir adelante y no quedarse en el pasado, pensando que quienes ayer fueron de una forma, hoy siguen siendo igual, lo que nos resta la oportunidad de contar con nuevos amigos o simplemente de vivir el presente con mayor tranquilidad.

Estamos conectados con otros de una u otra forma, sin embargo que esencial es estar conectado primero con uno mismo viviendo el aqui y el ahora desde la plenitud para continuar este camino de la mejor manera posible y alcanzar la meta de VIVIR y CONSTRUIR realidades más armoniosas.





viernes, 13 de junio de 2008

Tus ideas, mis ideas, ¿las ideas de quien?

A todos nos ha pasado alguna vez. En la escuela , en el trabajo, en la casa, en la calle. Cuando menos lo pensamos llega una idea espectacular. A veces tenemos la valentía de llevarla a cabo, otras veces no la tenemos y otro más "vivo" como decimos aqui en Venezuela (se traduce en algo así como alguien que se atreve a tomar la idea, acomodarla llevarla a cabo y luego decir que es suya también pasa lo contrario otros la llevan a cabo y al final alguien decide decir que él hizo el trabajo)



En cualquier caso, pasa a menudo. Y en el ámbito laboral donde las ideas cuestan dinero ver como un grupo compite ferozmente por lograr los "objetivos" pudiera desalentar o por lo menos dejar a más de uno con la lengua afuera del cansancio.



No estoy en contra en la competitividad que contribuye al bienestar y la inclusión. Lo que quizás me cuesta comprender es esa lucha por poseer las ideas, por llevarse glorias de un trabajo que no es tuyo, la falta de ética que induce a algunos a usar los más dramáticos artilugios para quitar a alquien de en medio. La excesiva necesidad de reconocimiento, el poder, el querer conservar un cargo o alcanzar otro, en definitiva la falta de valores forman parte de la lucha por mantenerse "In " es decir dentro, de un sistema.



Ya había comenzado esta reflexión en la anterior entrada "Un Mundo Raro".Tuve el gran patrón de una abuela solidaria y muy feliz. Así que de niña me costó un rato aprender a entender que no todos son tus amigos pero que se puede convivir con eso, aunque en el fondo de tu alma te preguntes si una actitud así tenga algo que ver con la verdadera esencia de la vida.



Todos están tan hipnotizados en que lo correcto es competir que sino encajas en ese molde eres débil, y el fuerte te gana, asi tus ideas sean las más brillantes, las que condujeron al éxito, eso no importa si en un momento te muestras humano o si crees que la solidaridad es la base .



Sin embargo hay otra manera de ver las cosas. Las almas nobles son en sí muy fuertes, más fuertes de lo que pudieramos pensar. Y es así como en este mundo raro, sabemos que existen personas que aparentemente son "débiles" pero son capaces de hacer transformaciones grandes y positivas en beneficio de si mismo, una persona, un colectivo.



No se trata de predicar algo así como ser asocial o anti sistema. Se trata de vivir con la mayor coherencia posible y eso incluye respetar a los otros, respetar sus ideas y reconocer el esfuerzo de quienes nos rodean, porque cada ser es único.



Hay otro cristal para ver este asunto, quizás algo esperitual, lo reconozco. En cierta oportunidad entrevisté a una escultoceramista. Para lograr sus piezas sobre templos ancestrales de América, la artista utilizaba quema rakú y por supuesto una gran paciencia (Ciencia de la Paz). Me pregunté de donde venía tanta creatividad, tanta delicadeza, cada pieza denotaba gran esfuerzo dedicación y una gran belleza.



Así que se lo pregunté. Ella me respondió que los artistas eran medios, herramientas de una fuerza superior, si crees en Dios, me dijo, pues las ideas más hermosas provienen de él, así que mis ideas no son mías, por eso son inagotables, porque vienen de una fuente inagotable.



Esa respuesta aún me hace pensar. Soy humana y tengo mis ideas... que le voy a hacer

miércoles, 4 de junio de 2008

UN MUNDO RARO




En medio de mis recientes vacaciones reflexioné sobre varios asuntos. Como por ejemplo que las cosas que nos pueden hacer más felices no cuestan dinero. Un abrazo, ver un amanecer o un atardecer, sentir el calor y las sonrisas de tus seres queridos, disfrutar de los regalos naturales que este hermoso planeta nos regala día a día, son alguna de esas maravillas que muchas ocasiones nos perdemos por creer ingenuamente que el éxito en esta vida está vinculado solamente con nuestro crecimiento económico y aciertos financieros.

Por supuesto que vivir cómodamente, sin preocupaciones por el dinero ayuda mucho. Que yo sepa no pertenezco a algún grupo de seres alados viviendo en una dimensión etérica sin necesidades humanas. Estoy aquí e igual tengo como muchos que trabajar para ganarme el sustento y traigo en mis genes la intención de sentar las bases para que mi descendencia viva cada vez mejor.

Eso implica una inversión seria de mi tiempo dedicada al trabajo. Y he ahí el gran dilema, la gran reflexión en medio de las vacaciones. ¿Qué es la riqueza en verdad? ¿Qué es el éxito ? Éxito es un término relativo como tantos que abundan en nuestra humanidad. Porque, lo que es éxito para mi no lo es para otro.

Sin embargo, yo pienso que el modo como estamos viviendo, no nos está haciendo felices como humanidad. Esa es mi humilde percepción. Acudimos a teorías, profundos estudios, complejizamos hasta lo más simple, para luego descubrir que en lo sencillo está la clave.

Nos hemos alejado tanto de nuestros legados ancestrales que pagamos fortunas por libros, videos, terapias que en el fondo lo que tratan de decirnos es que el poder yace en nosotros, en lo que pensamos, en lo que creemos, en lo que decimos, en la fuerza de nuestras acciones.

Pagamos fortunas para entender que comer sano, es comer natural (lo que hacían normalmente nuestras abuelas), que ser feliz y rico no es acumular riquezas materiales sino no depender de ellas.

Se nos puede ir toda una vida pensando que cada amanecer es igual y no hay mentira más grande.

Los humanos que veo en las calles, no tienen nada que envidiar a un grupo de hormigas. Aunque si podría encontrar diferencias por el tamaño de las ojeras.

Por otro lado este ritmo agitado nos desvía de reflexiones sobre nuestras verdaderas necesidades o sobre los conflictos profundos por los que atraviesa el vecino de enfrente o el de un país lejano de lo que menos nos estamos percantando es de que “algo más allá” está ocurriendo.

Compro la Revista Nacional Geographic de mayo y leo estupefacta que el Río Amarillo otrora uno de los ríos más importantes de China y del mundo está en un 50% muerto a causa de los desechos industriales. Este hecho ha movilizado a millones de personas, que se han convertido en desplazados en busca de tierra y trabajo.

Vi en el noticiero recientemente que Barcelona tuvo que importar agua para satisfacer las necesidades de sus habitantes.

Se habla por otro lado de un desabastecimiento mundial de alimentos mientras que en otros puntos se pierden las cosechas. Entretanto existen tierras áridas en donde no hay agua potable, escasea el alimento.

Los diferentes canales de televisión por cable son una muestra no sólo de cuan diferentes o avanzados somos sino de las prioridades humanas y de nuestra desconexión. Puedes al pasar un canal ver un desfile de modas en Praga, y en un instante cambiar a otro en donde poblaciones desfallecen de hambre sin que uno algo pudiera hacer inmediatamente. Es un mundo raro este, no cabe la menor duda.

Me pregunto entonces, ¿vamos en la dirección correcta? ¿Es que en serio estamos analizando si las acciones que estamos llevando a cabo como sociedad mantendrán a salvo al planeta?

¿Somos una sociedad exitosa?
Yo creo que estamos hipnotizados, nos movemos como las abejas, no paramos.
¿Qué es lo necesario y qué no?

Otras de los asuntos sobre los que reflexioné fue sobre el ego. Creo que gran parte de las guerras actuales provienen de problemas con él.

Hay quienes desean figurar, y cuando más de uno quiere hacerlo al mismo tiempo, se pierde tiempo valioso para resolver los problemas sociales. Yolanda Márquez, una gran humanista y docente en Venezuela me decía que El Yo no existe sin el otro, tu y yo conformamos el nosotros y no hay ningún conflicto cuya solución deje de lado el nosotros. Lo que me hizo pensar ¿Pero cuantos tu , yo , nosotros existen en el mundo diciendo “esto es mío”, mi verdad es la verdad, siempre tengo razón, etc, etc, etc?

El ego y la desconexión con nosotros, con el otro y con la tierra son a mi juicio los males de esta época en la que nos ha tocado vivir. Abunda la tecnología y en muchos casos los avances han contribuido con las mejoras de la humanidad, pero dolorosamente hay muchos otros casos en que esto no ha sido así, justamente por el ego, la desconexión con nuestra esencia y la falta de valores.

No quiero con esta reflexión decir que hay que despreciar los avances a los que hemos llegado como humanidad, que son muchos. Hemos logrado muchas cosas a lo largo de los años, pero no sé si como Juan Salvador Gaviota o como el pingüinito de happy feet me he preguntado que hay más allá de lo cotidiano. ¿A dónde vamos como humanidad?

A esta pregunta pues me responderé lo que podría haberme respondido mi abuela o mi profe Beatriz. “ Ya que tal vez no sepas a donde va la humanidad porque tienes el temor que no por muy buen camino, procura saber por lo menos hacia dónde vas tú"