viernes, 16 de julio de 2010

El liderazgo posible


Hay distintos tipos de liderazgos y ustedes que me leen seguro conocen este tema. Puesto que o lo viven en carne propia o seguro lo han leído, liderazgos negativos, liderazgos constructivos, liderazgos positivos.


En los últimos 30 años, en este planeta en el que nos tocó vivir hemos visto gran gama de liderazgos y por ello hemos tenido distintos tipos de experiencias. Unas muy enriquecedoras que nos han hecho crecer como humanidad (por ejemplo la reconciliación en Sudáfrica, el gran arcoiris impulsado por Nelson Mandela) y otras que prefiero no nombrar porque han traido muertes, hambre y división, no importan las razones, por sus frutos los conoceréis.


Claro, no todo es blanco y negro, buenos y malos, un liderazgo maravilloso y otro espantoso. Nuestra mente nos juega esas pasadas. De hecho como nosotros los seres humanos aún no usamos al 100% nuestro cerebro, la tendencia es a la dualidad, el camino hacia realidades desde la unicidad se recorre en este instante. Por tanto nuestro cerebro trabaja desde dos hemisferios, y tiende a dividir todo lo que somos.


En este juego de dos polaridades hasta el A-MOR (NO-MUERTE) cuenta con autores que defienden sus dos lados, su lado paloma , su lado león. Es así como un buen líder no sólo es manso como una paloma sino que puede ponerse muy de vez en cuando enojado como un león, a la hora de asumir una postura o ejecutar acciones en las que cree. Pero a la paloma se la comen, y el león come, ¿no es así?, ambos siguen perteneciendo a sistemas no muy civilizados. Sin embargo entiendo la metáfora de quienes creen que ambas energías son necesarias.


Desde esta perspectiva se podría tratar de comprender entonces las motivaciones de líderes que creen que es necesario desnudar algunos intereses, romper con viejos paradigmas, para dar paso a sistemas "más justos y solidarios". El amor león impulsa eso.


Mi reflexión vendría en el cómo. Y es allí precisamente en este punto, donde nos encontramos con los liderazgos constructivos y liderazgos de baja vibración Existen tantas motivaciones para ejecutar acciones como seres humanos sobre la tierra.


Muy frecuentemente surge una voz que recibe acogida, que cuenta con seguidores. Estas voces que surgen de la empatía con grupos es de la que hablo. Bueno porque hay otras voces que llegan por efecto mediático, otras por el poder de un cargo, otras por el uso del terror y el miedo.


Me centro entonces en los líderes que convencen, porque son agentes de cambio y transformaciones, que cuentan con el respeto de sus seguidores. ¿Qué pasa cuando ese líder llega a un cargo o posición en el que puede dar rienda suelta a sus planes? ¿Qué pasa cuando empieza a darse cuenta que todos sus seguidores no son una masa uniforme, sino seres pensantes, humanos y que no tienen que obedecerles como robots? ¿Cuál es la clave para avanzar en un proyecto generando los apoyos necesarios para concretarlo? Hay muchas claves, pero hablaremos de algunas. Para mi son esenciales : la paz interior, El Amor, ética, transparencia, el modelaje constructivo, responsabilidad social, la eficiencia, las alianzas estratégicas, la fortaleza, flexibilidad, anticipación y proactividad entre otras.


¿Por qué comienzo con la paz interior? Por que de allí a mi juicio , deriva junto a la experiencia vivida, la sabiduría. No podemos dar a otros lo que no hemos aún sanado en nosotros mismos, o por lo menos no podemos darlo sino tenemos la intención de mirarnos y revisarnos constantemente. Un líder eficiente, responsable pero nervioso e inestable emocionalmente puede transmitir esa energía a toda su cadena. Un líder sensible socialmente pero con dolores, odios y resentimientos no resueltos que no sepa manejar su mundo interior inevitablemente termina contagiando sus planes. Su visión del mundo, de país o de organización estaría salpicada por esos resentimientos, y cuando eso sucede, hay gente que sale afectada, sobre todos aquellos a los que el líder relaciona con sus odios y temores, o que no responden a sus propios intereses.

Romper con viejos esquemas, viejos paradigmas no significa que tengamos que romper o anular a la gente.


Un líder ético debe sanarse y reconocer cuando se equivoca. Un líder positivo no pide a otros lo que él no modela con su actuación. Un líder coherente no ejecuta acciones sin consenso. Un líder responsable armoniza intereses.


En dinámica social, influenciar, trabajar y coordinar acciones con masas no es tarea fácil. La tentación del totalitarismo está allí y no hay que confundirla con el Amor León. Y cuando hablo de totalitarismo no hablo sólo del ámbito político, también hablo del religioso, comunitario o empresarial. Es cierto que los intereses existen, lo que sucede es que cuando esos intereses atentan contra la vida y el bienestar colectivo ya pasan de ser intereses a secas para convertirse en motivaciones destructivas. Y hay que tener cordura y paz interior para ver la diferencia.


Respetando las creencias de cada quien, particularmente creo en la ética y el respeto por la VIDA, en el respeto por la opinión de cada quien, en la libertad de cada ser humano, en su evolución. Cuando un líder atenta contra estos valores, sus razones son ajenas al AMOR, y no es ético ni transparente. "Y todo lo que en Amor no se sustenta, cae tarde o temprano" Llamenle al Amor como gusten bienestar colectivo, responsabilidad social, ética, moral, Luz.


Hay líderes que hacen caso omiso a lo que sus seguidores terminan diciéndoles, hay líderes que se vuelven totalitarios, y en muchos casos ya no son realmente populares desde el entusiasmo sino desde el miedo. Y repito los ves en tus organizaciones, en tu comunidad, en el colegio, en tu iglesia, en tu país.



El ciclo continua, porque los liderados o seguidores también tienen su cuota de responsabilidad a fin de cuentas los líderes no son ungidos ni exclusivos, ni eternos. La revisión también va para uno. Hay pruebas de valentía, merecimiento, y de acción, y nuevos liderazgos surgen en procesos de cambio y este resurgir es necesario, esta fluidez es parte de la transformación.


El liderazgo constructivo es posible, pero ello no depende de una sola persona, depende de la voluntad de un país para acompañarlo y de la fuerza y veracidad del equipo que encabeza las instituciones para convencer y sintonizarse con la gente. De la humildad para perdonar y seguir adelante en libertad y en Paz, porque se vive en tranquilidad y la misión no es impuesta. Quien piensa en la paz la atrae.