miércoles, 12 de septiembre de 2007

Ser socialmente responsable

"Mi único mérito ha sido el haber tratado de ser un buen ciudadano".
Eugenio Mendoza, 25 de noviembre de 1965




Recientemente conversaba con un amigo al teléfono quien usó sus últimos minutos libres del mes llamando a esta vieja amiga (vieja por el tiempo que tenemos conociéndonos, no por lo la edad) y yo le dije que con esa donación de minutos estaba haciendo inversión social a lo que él agregó " estoy siendo socialmente responsable". Este término que usó de modo jocoso, es un concepto que estoy estudiando desde el año 2002 aproximadamente. Y tengo que compartir que desde que me he adentrado en él, he descubierto innumerables buenas acciones que se están realizando en este país.



Las empresas privadas en Venezuela están entendiendo desde hace bastante tiempo que operar ligadas a su entorno es mucho más gratificante que no hacerlo. La cantidad de proyectos de apoyo a las comunidades que son posibles gracias a la experticia y sabiduría de muchos gerentes y los impactos medibles me han emocionado bastante.



Algunos pudieran pensar que las empresas están siendo obligadas a ser socialmente responsables por la cantidad de leyes que influyen en su accionar social establecidas en los últimos años por el Ejecutivo Nacional o por el gran viraje social que hemos vivido desde el año 99.



Sin embargo basta con rememorar la historia de Venezuela ubicándonos en la década de los 40 a 50 para conocer que nuestro país no tenía nada que envidiar a Europa o Estados Unidos en lo que al desarrollo de la Responsabilidad Social se refiere. Un pasado memorable en el que empresarios como Eugenio Mendoza mostraron preocupación genuina por el bienestar de sus empleados y el de las comunidades donde operaban sus empresas nos indica que ibamos en la dirección correcta.



Y es que Eugenio Mendoza no sólo estuvo pendiente de que sus empleados tuviesen vivienda o atención médica, motivó además a sus colegas para que se animaran a crear fundaciones de ayuda social y siempre estuvo presto a colaborar con el Estado porque estaba conciente de que la empresa privada tenía un rol social importante, aunque basado en la premisa de que inicialmente la empresa debía claro ser exitosa para generar empleo y bienestar.



"El ejercicio de la profesión no debe estar dirigido únicamente al beneficio personal; debe manifestarse en un profundo espíritu de servicio y una constante preocupación frente a las grandes necesidades que nos rodean". Eugenio Mendoza (22 de octubre de 1976).



Este ideal social de Mendoza fundador del Hospital Ortopédico Infantil (en 1945), de la Fundación Mendoza (con el objetivo de contribuir en forma sistemática a mejorar la Agricultura, Cultura y Ayuda a la infancia) sentó las bases de un modelo de Responsabilidad Social Empresarial a lo interno y lo externo que perdura hasta la fecha.



La cantidad de Fundaciones Empresariales que existen en nuestra nación y sus fechas de creación (desde los 40) nos demuestran que el interés por el bienestar social no es nuevo en estos lares.



(Está próximo a publicarse un libro fantástico editado por Alianza Social de VenAmCham que recoge esta evolución , además de un Directorio actualizadísimo de las Organizaciones de Desarrollo Social que existen en el país, estaré dando detalles pronto).



Ahora bien, estos cambios sociales que se han vivido en los últimos años han sido el reflejo de una serie de necesidades que tienen los venezolanos y ha habido un mayor interés de las empresas por cumplir un rol social cada vez más marcado.



Independientemente de las razones que muchas tengan para ejercer labor comunitaria y socialmente responsable, el hecho de que se esté pasando de meras acciones caritativas a iniciativas de inversión social autosustentables, nos tiene que llamar a la reflexíón y porsupuesto nos tiene que emocionar.



Decía el profesor Juan Carlos Monedero en un evento de Alianza Social efectuado en marzo de este año con referencias un tanto sanguinolentas que el capitalismo buscaba redimir sus culpas con acciones como las socialmente responsables. La verdad es que hay un dicho muy claro de Jesús de Nazareth, "por sus frutos los conocereis" y viendo el historial de un Eugenio Mendoza, pues muy humildemente pongo en duda que alguien de esa calidad humana estuviese maquinando alguna redención de pecados, no es posible generalizar en estos aspectos de nuestra historia como nación. La generalización nos hace caer en polarizaciones y las polarizaciones en divisiones y la Responsabilidad Social es Alianza tripartita: Estado, Sociedad Civil y Empresa Privada, y las alianzas cuyos frutos son la armonía y la construcción positiva de tejido social son lo que necesita Venezuela para desarrollarse sanamente.



No voy a entrar en diatribas sobre si el socialismo es mejor que el capitalimo o viceversa. Yo sólo sé que lo que hace que un sistema sea bueno o malo es el respeto que sus ejecutantes tengan sobre los valores y el respeto a la vida. De allí que es importante siempre fijarse en los frutos, en la energía positiva que de estos se desprenda, fijarse en las palabras de quienes desarrollan estos programas y ver si sus palabras y obras son coherentes con los valores de Vida, Paz y Bienestar, no hay otra forma más contundente de saber la naturaleza de una persona, grupo o institución que por la coherencia de sus acciones y frutos.



Por eso yo me he enamorado de la Responsabilidad Social, porque parte del individuo, de sus valores, es espontánea y voluntaria, si se forza, no es legitima ni parte de una evolución verdadera.



A mi me ha dado mucha satisfacción como dije al inicio saber que se puede ser socialmente responsable y que con esta conducta se puede lograr en la sociedad un efecto dominó positivo. Esto lo he aprendido muy de cerca a través de maestros como Margarita Méndez de Montero e Italo Pizzolante.



Pues sinceramente no sólo las empresas pueden ser Socialmente Responsables, todos podemos serlo con pequeñas o grandes acciones.




Hoy día las empresas están incluso incorporando la Responsabilidad Social como estrategia de su negocio, no en vano fue posible el éxito de Muhammad Yunus y su Grameen Bank (Banco Rural) con el que ha otorgado microcréditos a los más pobres de los pobres cambiando así la vida hasta la fecha de unas 7 millones de personas en Bangladesh.



En los últimos 20 años se estima que el Banco Grameen ha prestado más de dos mil millones de euros a tres millones y medio de pobres. El banco tiene más de mil sucursales por todo el mundo y está siendo imitado por más de 7.000 organizaciones.



Yunus se centró en la mujer como pilar de la familia, gesto que ha incidido positivamente en la gente de Bangladesh, porque como en varios lugares del planeta de una madre realizada y feliz nace una descendencia más sana, capaz de sanar al planeta Tierra.



Dice Yunus que "cuando una mujer consigue rendimientos por su actividad, los que se benefician en primer lugar son sus propios hijos" , este testimonio es una muestra que cuando un empresario se propone ser socialmente responsable puede hacerlo, ayudar y además ser rentable y ello no es una redención de culpas en todos los casos sino la puesta al servicio como dice mi amigo Enrique Barrios de la inteligencia en favor del corazón.



Me enorgullece entonces saber que Bangladesh parió a Yunus , Venezuela tuvo a Eugenio Mendoza y que la Responsabilidad Social en todos los sectores: universitario, empresarial y de la sociedad civil está creciendo en nuestro país centrada en valores.



Anaiz Quevedo

6 comentarios:

Félix Alejandro dijo...

Hola Anaiz!
Si mi silencio fuera lo suficientemente valioso como para honrar lo grandioso del artículo que has escrito callaría, pero como no lo es, debería emplear palabras que no dispongo para describir el excelente trabajo que has hecho en el cual has expresado con la razón pero también con el corazón lo que significa el gran impacto ético que significa hoy por hoy la responsabilidad social individual como soporte de una sociedad verdaderamente humana. Felicidades.

Anaiz Quevedo dijo...

Tu si que escribes lindo!!! Ya sabìa de tus dotes como orador y lìder pero no conocía la pureza e impacto de tu pluma. Imaginate es un orgullo para mi contar con este comentario tuyo. Gracias Félix por tus palabras y màs que por tus palabras por contribuir desde la Universidad con tanto entusiasmo en la construcción de un país más armomioso.
Abrazos
Anaiz

F. Xavier Agulló dijo...

Excelente reflexión Anaiz, creo que me hubiera resultado difícil describir la 'historia' de la RSC de mejor manera.

Certero tu apunte de que todo el mundo puede ser socialmente responsable, me dijo un empresario una vez: "¿por qué debo ser socialmente responsable si mi clientela no lo es?". Que nuestro consumo socialmente 'irresponsable' no apague la llama de tan insignes poetas sociales como Mendoza o Yunus.

Porque esta 'alianza tripartita' que dibujas, significa el desarrollo de Territorios Socialmente Responsables, en los cuales no solo los sectores público, empresarial y civil ensayan nuevos juegos para la eterna juventud de la Humanidad, sino que cada pequeña pieza de esta misma Humanidad, cada persona, tiene en sus manos el futuro de su propia especie al comprar, como cuando vota.

No pares de enamorarte.

Saludos.

Anaiz Quevedo dijo...

Profe Agulló:
Ya de por sí su respuesta es una profunda reflexión con la que me estoy dando el lujo de contar.Su punto de vista enriquece este blog, gracias por su comentario y por dar de sí mismo tantos aportes positivos al transitar y evolución de la RSE.
Se le admira en Vemezuela
Anaiz

Eliana Q dijo...

Anita.. fenitivamente tu y to tenemos tanto en común... Tu desde la empresa privada y yo desde el gobierno, trabajo en una misma dirección, un mismo sentido: lo social.

Me impresiona además que utilices en este arítulo una frase que es mi bandera desde hace años: Slvemos al planeta.

Un fuerte abrazo y sigamos con la lucha
Eliana Quintero

Anaiz Quevedo dijo...

Elianita
Claro que tenemos intereses similares. Desde la Universidad nos dimos cuenta ¿Lo recuerdas?
Nos preocupa a ambas el bienestar social y lo que hacemos lo desarrollamos con estusiasmo y cariño.

Sencillamente nos encontramos en espacios en los que nuestra labor es un grano de arena. No tendría sentido si la gente está en los mismos sitios y piensa de la misma manera. Ver la óptica del otro, nos enriquece, nos enseña y definitivamente nos hace crecer.

Lo que si es vital es que independientemente si se labora en la empresa pública, en la privada o en una ODS (Organización de Desarrollo Social), lo hagamos siguiendo nuestros más profundos valores, siempre con respeto al otro y con respeto a la vida, porque a fin de cuentas no es el sistema econòmico en el que creamos lo que nos une, sino nuestras acciones hacia nosotros mismos y hacia el otro.

Gracias por estar pendiente amiga
Os quiero y admiro
Abrazos
Anaiz