miércoles, 26 de septiembre de 2007

El Tiempo que soñamos en una ciudad como Caracas






Son las 10 y 27 pm (Las 22 horas 27 minutos). Finalmente mi hijo logra conciliar el sueño. (Las madres que dia a dia luchan con las colas en una ciudad como Caracas en pleno inicio del año escolar, sabrán lo que siento en este momento)
Debo todavía hacer una lista de cosas pero como cada noche, siento la imperiosa necesidad de escribir, de estar un rato conmigo misma y de reflexionar sobre la vida en Venezuela y como dije anteriormente en su capital.

Caracas está ubicada en la parte centro norte del país a unos 15 km del mar Caribe pero separada de este por el Avila (Guaraira Repano en lengua Mariche), una montaña de 2600 metros. Según el último censo nacional la población era de casi 4 millones y según algunas estimaciones ya dede estar pasando de 5 millones de habitantes.


El caso es que gran parte de las vías caraqueñas aunque remozadas y ampliadas son en esencia las mismas que lograron irrumpir en los años de explosión petrolera, cuando la Caracas de perfil rural con haciendas y cultivos de café, cacao y caña se convirtió de repente en una ciudad moderna gracias a los ingresos petroleros abundantes. (Ejemplo el extinto viaducto número 1 en la autopista Caracas- La Guaira que funcionaba desde 1953 y el pasado año colapsó, porque obviamente el flujo vehicular 53 años después no era el mismo, debo acotar que fue reemplazado este año por una nueva estructura que hasta la fecha ha funcionado bien).

Sume usted que existen más de 300 mil automoviles más circulando desde el 2006 (no cuente el mío nuevo porque me llega en el 2008)

Sume usted que según mi colega Alfredo Yanez sólo en el municipio Libertador se han contabilizado 500 mil buhoneros (vendedores ambulantes) y muchos toman la calle quitando un canal.Hay muchos de ellos que además ofrecen su mercancía en plenas avenidas y autopistas de la ciudad.Hay 11.000 unidades de transporte público, muchos están en mal estado y se accidentan.Hay 2.000 vigilantes de tránsito y hacen falta 2.500 que regulen la circulación vehicular.1.500.000 personas usan el metro diariamente, sin embargo, el sistema está colapsado.Sólo en el Municipio Libertador hay 387 líneas de transporte, que toman y dejan pasajeros en cualquier lugar.

Quienes viajan del Occidente a Oriente, y viceversa, deben, obligatoriamente, pasar por Caracas. En Caracas circulan un millón de vehículos y diariamente otro millón de carros llegan a la ciudad.60% de los vehículos estacionan en la calle, quitando un canal de circulación para otros.

En consecuencia si se vive en Caracas , lo lógico sería levantarse a las 5 am y si vive en las ciudades dormitorio como yo, antes de las 5 am para poder salir a tiempo. Las colas comienzan antes de las 6 de la mañana y usted puede permanecer en ellas por al menos 2 horas mientras lleva su hijo(a) al colegio. El mismo transitar puede experimentarlo al mediodía y desde las 5Pm cuando le toque devolverse a su casa si es que usted es de los que trabaja en un horario normal y no debe quedarse horas extras. (Aunque hay quienes prefieren quedarse 2 horas más en las oficinas para evitar las colas de las 6pm)

Ja y si llueve, todos los que vivimos o trabajamos en Caracas sabemos lo que esto significa, que debe sumar una hora más a su acostumbrada cola, claro si solo es la lluvia y no hay deslaves u otro tipo de emergencias.

Para los que no son de Caracas y me leen, pues no piensen que todo es tan gris. El Avila esa bella montaña que nos separa del mar Caribe es una bellezura. Por eso los caraqueños acuden a ella los fines de semana para así recargar y transformar las energías. También hay museos fantásticos de entrada casi gratis, cuadras gastronómicas y espacios del buen comer, maravillosos, Centros Comerciales para todos los gustos ( aunque a mi casi no me gusten, prefiero los sitios naturales).


Sin embargo para serles franca y aunque los caraqueños me vayan a mirar feo en especial el arquitecto y experto William Niño que la adora tal cual es, Caracas no es mi ciudad favorita, no como está, no por el camino que va, no por la vida que todos vivimos en ella, porque sencillamente amigos míos nos la estamos perdiendo, asi hagamos lo que hagamos, vivimos más en una cola que disfrutando de las cosas lindas que todavía tiene la ciudad.

Y lo siento cada vez que salgo de Caracas y viajo a mi ciudad natal o Los Andes venezolanos donde la vida simplemente transcurre. Es una cosa seria porque la gente me mira como si estuviese bailando la canción que sigue en el disco y no la que suena para ellos. Ellos bailan un vals y yo merengue, queriendo que todo se haga rápido porque pienso que el día no va a alcanzar.

Hoy reflexioné en una cola por cierto, que esto no puede ser. Yo particularmente me siento apretada, no sé como describirselos mejor. Recientemente entrevistando al experto español en conciliación Xevi Agulló supe que en países como España están adelantados en discutir temas como flexibilidad horaria y otras alternativas para que los trabajadores puedan torear las horas pico o de más alto transito vehicular.

Me pareció interesante que en otras latitudes ya vayan por ese capítulo de la historia y bueno lo extrapolé a Caracas y sería un gran paso (Creo que hay empresas que lo aplican sin un manual o guia, simplemente por intuición simplemente por ver las caras de sus trabajadores y su estado de salud y estrés)

Este docente junto a otros como Isabel Vidal de España estarán en el VII Simposio de Responsabilidad Social Empresarial de Alianza Social de VenAmCham el próximo 31 de octubre
(vean más información en http://www.venamcham.org/)

Como les comenté llegar a un tipo de flexibilidad horaria como dice Agulló en una relación ganar-ganar es un aspecto digno de estudio para una ciudad como Caracas.

Yo llegué en 1997 aqui y añoro algunas cosas que no han vuelto como aquel friiito mañanero(no sé si ha influido la contaminación pero el clima ha cambiado considerablemente desde entonces), el paseo de Sabanagrande (aunque despejado de buhoneros desde hace algunos meses, no volvió a ser el mismo), la bella fuente de Plaza Venezuela, las idas y venidas tranquilas pese a las colas de la época que eran inocentes comparadas con las actuales, las guacamayas, pericos y loros buscando cobijo al atardecer)

Algunos de ustedes dirán es que esta niña está obsesionada con el tema del tráfico. No... es que sencillamente las colas de Caracas no son normales. Decenas de reportajes se han escrito sobre la materia, buscando las mil patas al gato. Y ahora que comenzaron las clases qué les puedo decir.

En estos días rompí a llorar, no es usual en mi. Los que me conocen saben lo positiva y feliz que soy pese a cualquier obstáculo. Caracas está cambiando a una velocidad gigantesca y nos adaptamos por inercia sin darnos cuenta que uno mismo está quedando fuera, sin espacio para vivir.

Conchale la vida son otras cosas y bueno a veces se me van los pensamientos a los pasillos de mi querida Universidad Central de Venezuela (UCV), esa maravilla arquitectónica que nos legó el arquitecto Carlos Raúl Villanueva. Allí me veo a mis 17 años disfrutando del museo que Villanueva y sus amigos artistas (los más ilustres de los 50) construyeron para engalanar este recinto universitario. Me pierdo entre el pastor de Nubes de Jean Arp, o recordando las mañanas en las que admiraba positivo y negativo de Victor Vasarely o las Nubes de Calder (Alexander Calder) en el Aula Magna. Procuro meditar recordando aquellas inolvidables tardes en los balcones de la Biblioteca Central. ¡¡¡Como disfrutaba de aquellos exquisitos atardeceres, sintiendo simplemente la brisa fresca y viendo y escuchando las guacamayas en vivos colores volando hacia los parques cercanos para resguarse de la noche. Ahora mismo escribiendo esto tengo un sentimiento muy grande dentro de mi!!!.

En medio de una cola en medio del smog por más buena música que puedas escuchar (así sean mis adorados Eros Ramazzotti, Ilan Chester , Mario Frangoulis o Lorena McKennitt), hay momentos que uno debe procurarse para sentir que estamos vivos. Y lamentablemente a la gran masa de los caraqueños nos está faltando tiempo para disfrutar y recordar nuestra maravillosa esencia, llena del buen humor que caracteriza a los venezolanos.

Nuestros ancestros Caribes tenían claro, muy claro que había que vivir para disfrutar y no vivir para trabajar. (Ojo no eran flojos, que no tiene nada que ver)
Y bueno estar en una cola es como parte del ir y venir del trabajo, uno no termina de desconectarse, así seas el mega experto en conservar la Paz Interior.

¿Cambiar a Caracas o cambiarse de Caracas? That is the question? No lo sé. Entretanto fijarse en soluciones para mejorar la vialidad y agilizar sistema de transporte como subterraneos para las áreas dormitorio es una alternativa urgentisima(ahi van las construcciones poco a poco, nos las prometen para el 2012, bueno de aqui allá espero estar viviendo otras cosas), conciliación familiar, personal y laboral es una propuesta a considerar para que los patronos tanto del Estado como de la Empresa Privada comprendan que no necesariamente las jornadas laaaargas redundan en productividad y efectividad y que marcar tarjeta es un mecanismo que puede volverlo loco a uno en una ciudad como la nuestra, procurar espacios con uno mismo desde el sano esparcimiento es el colofón, parece la recomendación más sencilla pero para muchos y me cuento es una tarea titánica.

Yo por ejemplo me centré en mi misma al compartir con ustedes lo que siento y aunque ocupé más de 60 minutos en esto, me sentí más viva que hace 12 horas ahora que recordé que existo, aunque les confieso que jugar con mi hijo también es un aliciente pero igual uno se centra en el otro y no en uno mismo, ustedes me entienden sobre todos padres, madres y representantes.

Y para los que me conocen, ya saben que para mi es inevitable anular mi parte poética así que finalizo con la versión en lenguaje del alma de todo lo anterior

"Estoy pero no me siento. Corro con las manecillas del reloj y a veces hasta voy más rápido. Me pierdo el sol que baña las faldas del Avila y no veo las aves que felices surcan un cielo que todavía es azul. No me fijo en la brisa ni en el amanecer.Debo llegar, al menos cinco antes de las 8am para que no digan que llego tarde. Vengo y voy. Aunque mi horario es flexible , me guste mucho mi trabajo y crea en mi poder interior, Caracas ha cambiado y no lo podemos ignorar. Mi danza libre se ha ido reduciendo y simplemente me resisto. Soy un crisol de razas, pero tengo que admitir que mi sangre aborigen reclama a diario lo que he dejado de ser y hacer. He dejado de correr descalza por el parque, de abrazar a un árbol o escuchar el sonido del viento. Y uno no puede desconectarse de esta manera porque la vida en el concreto no me da las señales únicas como las que una puesta de sol me puede dar. Que cosas ¿no?, tanto correr de aqui allá para llegar a tiempo a alguna parte y no terminamos de llegar a donde verdaderamente tenemos que arribar".

En medio del ajetreo entiendo que Ser humano no es un punto de partida, es el punto de llegada en esta vida.

ANAIZ QUEVEDO

4 comentarios:

Eliana Q dijo...

Aunque yo no vivo en una ciudad dormitorio, Anaiz, te entiendo desde lo más profundo, también padezco diariamente las benditas colas. Sé que genera mucha impotencia, pero en esos momentos de espera interminable, es cuando aprovecho para reflexionar y viajar mentalmente, y te confieso que en algunas oportunidades han salido las mejores ideas para escribir en mi blog. También aprovecho para leer, uno nunca tiene tiempo, y ese es el preciso momento... besos
Tu amiga
http://elianaquintero.blogspot.com/

Anaiz Quevedo dijo...

jajajajjaa, si yo también sueño cuando voy en las colas.... Sueño que estoy en un Spa, masajes.. o sueño que estoy en Los Roques

Pongo Caracas porque las más tediosas son dentro de la ciudad, no tanto para salir de ella.

Si, lo de ponerse creativo es cierto, imaginate escuchando a Mario Frangoulis ¿quien no?. Hasta poética me pongo. Pensar en ideas para el blog, más o menos, porque Juan David me reclama toda la atención, ahora anda hablando bastante .... jejejeje. Sin embargo si fijate se me ocurriò este escrito, una Oda al tiempo que dejamos de usar para vivir en Caracas. Pero ¿sabes?, ya voy a incluir nuevamente en mi agenda la lista de cosas que he dejado de hacer, no sé como pero las voy retomar, de sólo pensarlo, lo voya retomar.

Félix Alejandro dijo...

Buenas noches Anaíz, espero no llegues tan cansada hoy!
Tu lápiz parece una pluma que se desliza suavemente sobre mi piel que me estremece y me hace regenerar sentimienos (o resentimientos). Caracas es uno de los temas que más tiempo ocupa en mis reflexiones, al igual que tu yo también provengo del interior del país y he llegado a una conclusión: "Mientras más tiempo vivo en Caracas más deseo regresar a mi pueblo" y también digo: "La mejor replanificación urbanística que se puede hacer en Caracas es el desarrollo de los pueblos del interior" eso creo, eso siento y eso defiendo; y porque no me voy de Caracas? probablemente por las mismas razones que no te vas tu, porque Caracas además de ser la cuna del libertador es la cuna cultural, política, social y económica de nuestro país, porque hasta nuestra grandiosa UCV tiene su sede allí. Entonces, me comporto como algunos que quieren separar su espiritu de su cuerpo y seguir vivos sin imaginarnos que probablemente estemos dejando a un lado la mejor parte de estar vivos pero que aún no hemos empezado a disfrutar. Creo Anaíz que quedamos como al final de algunos capítulos de esa famosa serie televisiva Batman y Robin cuando dejan al aire preguantas como: ¿Podrá este dúo dinámico promover un cambio en el estilo de vida de Caracas? o ¿Acaso surgirán nuevas formas de vida apacible en el interior del país? o ¿Finalmente logrará el estilo de vida de los caraqueños dominar el indomable espiritú de este dúo dinámico? no se pierda el desenlace de este interesante capitulo mañana por este canal a la misma hora y cuando podamos bañarnos de bajo de la lluvia corriendo descalzos por toda Caracas...

Anaiz Quevedo dijo...

Caramba Félix insisto debes escribir más a menudo, transmites bastante porque reflejas honestidad y full entusiasmo!!!
Si amigo, Caracas es una ciudad rara. Y tal vez como dices tú somos del interior y el cambio es dramático. Lo que uno puede hacer es promover la armonía y la reflexión desde donde podamos y crear efecto dominó positivo. No podemos obligar ni forzar, aunque la impaciencia y la impotencia a veces nos lleve a la molestia. Porque sumado al desorden, las colas hay que reflexionar por la inseguridad y delincuencia que cobra tantas vidas inocentes. Esta es la parte de la historia cotidiana de Caracas que más me entristece sumada a la de los niños, niñas, adolescentes que veo viviendo en las calles. Es duro Félix, te apuesto a que a pesar de la humildad y sencillez que había en nuestros pueblos nunca tuvimos que ver algo así tan grave.

Gracias y te felicito porque eres un joven de acción, he visto tu impulso y liderazgo en la Red de Líderes Socialmente Responsables y me siento emocionada que tanto tú como el resto de los muchachos estén sorprendiendonos cada dia con sus ideas. Ustedes nos motivan, nos animan a creer en los cambios desde la Paz, la conciliación y la armonía.

Que Dios en armonía divina guie tus pasos
Anaiz