sábado, 25 de agosto de 2012

Hoy recordé que crecí cerca de Amuay

Amuay para todos los que me leen dirán y qué es?  Depende si no eres de por estos lares y buscas en wikipedia sabrás que es uno de los complejos de refinación de petróleo más grandes del mundo ubicado en la Península de Paraguaná, Falcón la parte más norte de Venezuela y Amèrica del Sur.
Amuay uno se acostumbra a su mechurrío ese tubo gigante por donde la refinería expulsa los gases. Mis padres se divorciaron cuando yo tenía 5 años, ya les he contado por aqui. Él era militar así que la frase Destacamento 44 era parte de mi cotidianidad, allì trabajó papá y las pocas veces que lo ví cuando aún estaba en Falcón fue en la entrada de ese Destacamento, también llamado "Los campitos".

Amuay queda en la localidad de Judibana, nombre nativo de la extinta princesa aborigen de la étnia Caquetía. Alli guardo recuerdos muy preciados. Mi colegio, casa, mis buenos amigos de la infancia. De hecho aún cuando tengo sueños con mis primeros años de vida, esos flash backs mientras duermo se ubican es allí donde pasé buenos momentos.
Pero también Amuay hizo que yo por primera vez pensara en alejarme de mi tierra. A los 11 años, el 13 de diciembre de 1985 me sacaron de una fiesta de cumpleaños en la casa de mi vecina porque había un incendio y había que desalojar la urbanización. Mi mamá no tenía auto, éramos 4, 1 adulto y 3 niños más 3 gatos y no cabìamos en los autos que sin prisa evacuaban ante el pánico de que estallaran los tanques del complejo refinador.

Recuerdo que mamá dijo, hay que tener Fe, nos toca quedarnos hijos. Estaremos bien. Ante el panorama de la gente gritando, los carros saliendo de todos los estacionamientos, las Sirenas de evacuación sonando. Mamá apagó los Televisores, dejó de escuchar la radio, y nos puso a rezar.

Me dije a mi misma, cuando sea grande por más que ame a esta tierra tendré que irme a estudiar lejos, que susto vivir cerca de una refinería. Fueron otras las razones las que me motivaron a migrar, de alma aventurera y con ganas de hacer cosas distintas me fui un día.

Regreso en vacaciones y en navidad. Siempre añoro los buenos momentos. Mi familia,  Mi colegio de monjas, mis compañeros, mi querida mejor amiga, mis recuerdos y todos aquellos momentos que me hicieron ser la persona que hoy soy.

Acabo de regresar de Paraguaná. Y justo ayer durante un curso de prevención de riesgos recordé el difícil episodio de 1985 en Amuay.

Hoy volví a recordar  que papá trabajó en el Destacamento 44. Aún lo veo parado en la entrada de "los campitos" con su uniforme.

Hoy recordé que cada vez que pasaba por esa entrada de Judibana volteaba a mi derecha para ver si por casualidad lo volvía a ver  allí. No me gustaba voltear mucho a la izquierda y ver la cercanía de los tanques desde el incidente del año 85 les tuve cierto temor.

Hoy recordé tantas cosas cuando ví las imágenes por televisión. Están limitados los vuelos y me conformo con la Fe que mamá me enseño a tener. Me conformo con rezar porque todo estará bien, aunque el Destacamento 44  ya no exista como lo recuerdo. No es fàcil de digerir que parte de lo que vive en tu memoria de la infancia haya sido modificado por una explosión en la refinería.


Hoy recordé que crecí cerca de Amuay. Que aún hay mucho que hacer por mi tierra.


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