jueves, 28 de mayo de 2009

Papá

Escribi aqui en el 2007 acerca del tren de la vida, como en algunas ocasiones debemos seguir en el a pesar de que la gente que queremos deba bajarse. Ayer mi papá decidió quedarse en una estación más tranquila. Desde mi ninez, tuve en ocasiones miedo de este desenlace. Y ahora que estoy fisicamente lejos, pues el tren continúa. En mi memoria están los instantes de la vida de los que he escrito tanto. Aquellas venidas trajinadas, su amor por la música, los juguetes que a veces llegaban, nuestro perro dalmata "Rocky" corriendo por doquier, el amor que hubiese querido recibir y que el hubiese querido demostrar.

Perdonar y ser perdonado, es uno de los actos de voluntad y amor más grandes. En esta pasantia en un planeta llamado Tierra, sentir como tus seres queridos dejan de acompanarte en la travesía es una de las pruebas de Fe más duras. Porque la conexión continúa. Somos lo que somos, porque aprendemos con las que experiencias que nos toca vivir.

Gracias a mi padre, aprendí a seguir adelante. A secar las lágrimas y levantarme. A creer que se puede aún cuando creas erróneamente que falta el afecto. A crear una muralla y saber que cada cosa tiene su razón de ser y aún así tener el valor de transformar positivamente el camino con nuestro andar. Gracias a él, tuve y tengo espacios en blanco que debo llenar en mi libro de vida. Hubiese querido indagar más sobre el pasado de su boca, pero ahora debo recorrer ese camino por mi cuenta como el mismo me enseñó.

Me quedan sus canciones, su voz, su dejo de tristeza, su ternura y compasión por los niños de la calle, el amor por su trabajo, su gusto por la buena comida, su extraña manera de escabullirse del mundo y de su pasado.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Soltar las expectativas y simplemente VIVIR

Recientemente conversababa con un amigo sobre soltar las expectativas. ¿Qué significa exactamente eso?, se preguntarán. Pues sencillamente no tener expectativas y disfrutar cada instante sin emitir tantos juicios. ¿Qué si es fácil?, no. Nos enseñan desde pequeños a esperar determinadas cosas de la vida. Tanto que la existencia se convierte en una larga espera y nunca es suficiente. Siempre hay que ir por más como si el proceso del logro tuviera menos importancia. La gente va por el tesoro y es muy feliz si lo encuentra. Pero el tesoro es también el trayecto recorrido, las veces que sin aliento nos caimos y nos levantamos. Las veces que dudamos y recuperamos la Fe. El tesoro es el camino andado, lo aprendido internamente que se ve reflejado en nuestro mundo y ello puede durar una vida entera.

El poder de transformar el plomo en oro radica en la sabiduría, en la capacidad de entender al universo que habita en nosotros mismos, en entender cuáles son nuestras señales y creer en ellas. El poder de la transformación está muy unido a la conciencia femenina, a la tranquilidad que genera la confianza en el presente y por ende en el futuro.

Soltar las expectativas no significa perder el foco. Sabemos a donde vamos y decidimos hacer camino al andar desde el disfrute de estar Vivos. Soltando el control, de cómo creemos deben ser la situaciones.

Cuando esperamos demasiado de las situaciones o de las personas, nos perdemos de estar en el presente por imaginarnos como sería el futuro .

Y el futuro siempre llega.